ENDODONCIA

Se debe recurrir a una endodoncia cuando la pulpa, que es un tejido pequeño en forma de hebra que se encuentra en el centro del diente, se daña. Esto se produce, normalmente, debido a una infección. Cuando ocurre, esta pulpa debe extraerse y es necesario limpiar y rellenar el espacio que queda en el interior del diente, los conductos radiculares.

Mediante una endodoncia conseguimos que el conducto quede sellado sin tener que recurrir a la extracción de la pieza y a su sustitución, algo que sí se hacía años atrás. De esta forma, y debido a la presencia de endodoncistas conseguimos salvar piezas dentales que anteriormente se perdían. Gracias a ello, tu sonrisa seguirá siendo radiante tras someterte a la endodoncia.

La endodoncia es un tratamiento en el que juega un papel fundamental la gutapercha, un material natural que se obtiene de exudado coagulado purificado de un árbol. Gracias a la gutapercha se puede realizar la obturación de los conductos radiculares del diente, algo esencial para que la endodoncia sea un éxito.

¿Por qué tengo que hacerme una endodoncia?

La infección de la pulpa del diente es una enfermedad muy difícil de detectar, incluso en las consultas del especialista. Puede estar motivada por otros problemas como una lesión en el diente, pequeñas roturas, una caries profunda o incluso la realización de otros tratamientos dentales invasivos que hayan podido afectar a alguno de los dientes.